Y entró al salón y susurró a su oído: las razones nunca fueron las correctas (con esa voz y su tonadita no de la ciudad y ese aroma).
Cuando te vea en Francia me prepararás uno o dos cafés y, veras que siempre fue lo correcto. Lo de siempre... nunca dura tanto. Nada realmente tan eterno como un verano.
3 comments:
si pues date un tiroooooo ñefjnsdñf
ah, que loro más raro!
ah, que loro más raro!
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